Un hombre puede parpadear, tragar, sonreír y respirar por la nariz por primera vez en una década, gracias a un trasplante facial realizado en Mayo Clinic.
Este procedimiento complejo y transformador destaca al equipo quirúrgico multidisciplinario altamente capacitado de Mayo Clinic, que ofrece esperanza a los pacientes con necesidades médicas complejas.
La vida de Derek Pfaff cambió para siempre en el 5 de marzo de 2014, cuando un trágico incidente durante sus años universitarios dejó su rostro gravemente dañado a causa de un disparo.
«Estaba bajo mucha presión en la universidad. No recuerdo haber tomado la decisión de quitarme la vida. Cuando me desperté en el hospital, inicialmente pensé que había tenido un accidente de coche«, cuenta.
A pesar de someterse a 58 cirugías faciales reconstructivas en 10 años antes de llegar a Mayo Clinic, en Rochester, todavía no podía comer alimentos sólidos o hablar casualmente con amigos y familiares. El uso de gafas era imposible sin una nariz. Este trasplante facial transformador en Mayo Clinic significa que, ahora, este hombre de 30 años de Harbor Beach, Michigan, podrá, una vez más, lograr todas las cosas que se había perdido. También se ha convertido en un apasionado defensor de la prevención del suicidio y planea compartir su historia para alentar a otros que luchan por obtener ayuda.
«Yo viví por una razón. Quiero ayudar a otros, estoy muy agradecido con mi donante, su familia y mi equipo de atención de Mayo Clinic por darme esta segunda oportunidad.» dice Pfaff.
«El Centro de Trasplante de Mayo Clinic es el centro de trasplante integrado más grande del mundo. Fuimos el primer centro de trasplantes del país en hacer del trasplante facial parte de su práctica clínica. Eso nos permitió centrarnos exclusivamente en las necesidades de cada paciente«, cuenta el Dr. Hatem Amer, director médico del Programa de Trasplante Reconstructivo de Mayo Clinic.
Durante los 19 años transcurridos desde que se realizó el primer trasplante facial, se han realizado más de 50 en todo el mundo. Las tasas de supervivencia para este tipo de trasplante son alentadoras, según un estudio reciente de JAMA Surgery. Mayo Clinic realizó su primer trasplante facial en 2016.
Cómo se realizó la cirugía
Los cirujanos de Mayo Clinic realizaron el trasplante facial de Pfaff en febrero de 2024, en un procedimiento que duró más de 50 horas y que involucró a un equipo médico compuesto por, al menos, 80 profesionales de la salud, incluidos cirujanos, anestesiólogos, enfermeras, técnicos, asistentes y otros especialistas.
Este equipo multidisciplinar fue dirigido por el Dr. Samir Mardini, cirujano reconstructivo facial y director quirúrgico del Programa de Trasplante Reconstructivo de Mayo Clinic. El Dr. Mardini estima que el 85% de la cara de Pfaff, incluida la mandíbula y la maxila, ha sido reconstruida y reemplazada por tejido donante.
Los cirujanos planearon meticulosamente esta compleja operación durante varios meses. Para garantizar la precisión y exactitud, se creó un plan quirúrgico digital basado en escaneos detallados de las caras del donante y el receptor, lo que permitió al equipo realizar la cirugía de forma digital de antemano. También se realizó un mapeo del nervio facial, tanto del sistema nervioso del donante como del receptor, para comprender la función de cada nervio. Mientras el aspecto digital aseguró la preparación, las guías de corte personalizadas e impresas en 3D tradujeron estos planos en herramientas tangibles para ser utilizadas en el quirófano.
El complejo trasplante requirió el reemplazo de prácticamente todo lo que estaba debajo de las cejas de Pfaff y parte de su frente, incluidos los párpados superiores e inferiores y la grasa intraorbitaria, las mandíbulas superiores e inferiores, los dientes, la nariz, la estructura de las mejillas, la piel del cuello, el paladar duro y partes de su paladar blando. Basándose en el mapeo preoperatorio del nervio facial, uno de los aspectos más críticos de la cirugía de trasplante facial fue garantizar que los delicados nervios faciales del donante y el receptor — 18 ramas entre los dos lados — estuvieran conectados correctamente para restaurar la función. También se empleó una nueva técnica de microcirugía para trasplantar el sistema de drenaje lagrimal del donante, permitiendo que las lágrimas de Pfaff drenen normalmente en su nueva nariz. Ahora, Pfaff puede expresar felicidad, tristeza, alegría y decepción a través de sus músculos y nervios faciales trasplantados.
«La mayoría de los trasplantes de órganos salva vidas. En el caso del trasplante facial, es una operación que le da vida«, explica el Dr. Mardini.
El equipo médico incluyó especialistas de las áreas de cirugía plástica y reconstructiva, trasplante, nefrología, neurología, oftalmología, dermatología, patología, radiología, cuidados intensivos, anestesia, psiquiatría, enfermedades infecciosas, histocompatibilidad, farmacia, enfermería, trabajo social, rehabilitación y terapia del habla y el lenguaje.
«Este trasplante exitoso no habría sido posible sin este generoso regalo dado por el donante y su familia, y sin la colaboración y dedicación del equipo de atención«, agrega el Dr. Mardini.
LifeSource, la organización federal designada para la adquisición de órganos del Upper Midwest, también jugó un papel clave en el trasplante, trabajando en estrecha colaboración con la familia del donante y los equipos de atención de Mayo Clinic. Gracias a su trasplante facial, Pfaff dice que está enfocado en hacer planes para el futuro.
«Esta cirugía transformó mi vida. Me siento mucho más confiado. Espero, algún día, encontrar a alguien, establecerme y tener una familia. También voy a seguir compartiendo mi historia con otros para ayudar a tantas personas como sea posible.» afirma.
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