Con un tono más duro que optimista, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha anunciado este martes un acuerdo de alto el fuego con Líbano cuya duración, ha advertido, dependerá de “lo que pase” en el país vecino, porque no dudará en actuar “con fuerza ante cualquier vulneración” por parte de Hezbolá. En una comparecencia televisada y con indisimulado orgullo, Netanyahu ha celebrado que el acuerdo desvincula los frentes de Gaza y Líbano (”Hamás se ha quedado solo en el combate y eso ayudará a nuestra misión sagrada de devolver los rehenes a casa”) y le permitirá centrarse en su principal enemigo, Irán. También desbloqueará las escasas entregas de armamento que, ha asegurado, mantenía retenidas su gran aliado, Estados Unidos.