El ministro de Educación, Ángel Hernández Castillo, respondió este miércoles a las crecientes críticas y llamados a su destitución, defendiendo las decisiones tomadas durante su gestión.
Hernández enfatizó que su prioridad es garantizar la transparencia y el cumplimiento de la ley en el Ministerio de Educación, lo que ha llevado a la implementación de medidas que algunos consideran polémicas, pero necesarias.
En un hecho sin precedentes, el ministerio suspendió a 700 docentes en un solo año, una decisión que, según el ministro, responde a la necesidad de combatir irregularidades y prácticas que venían afectando al sistema educativo.
“Habían docentes que tenían dos o tres años fuera del país cobrando un dinero y no se le hacía nada. En el Ministerio de Educación hay muchos negocios, pero estamos estableciendo mecanismos para reducirlos al mínimo”, declaró Hernández.
El titular de Educación subrayó que “cada quien tiene su propia dinámica de pensamiento y, en mi caso, trato de cumplir con la ley. Si hay un docente que viola la ley, simplemente le aplico la ley”.
Además, destacó su compromiso con el uso responsable de los recursos públicos, asegurando que el dinero del ministerio se invierta realmente en beneficio de la educación y no se desvíe hacia intereses particulares.
Hernández Castillo, aunque consciente de las presiones que enfrenta, reafirmó su compromiso con la transformación del sistema educativo y la lucha contra las prácticas que han afectado su funcionamiento durante años.
Para él, la prioridad es fortalecer un sistema transparente, justo y eficiente.
Estas declaraciones fueron ofrecidas en el programa El Día.
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