Rumania vive días de mucha agitación. El Tribunal Constitucional ha aplazado este viernes la decisión de anular la primera vuelta de las elecciones presidenciales ―celebradas el 24 de noviembre y que ganó el candidato ultraderechista y prorruso, Calin Georgescu― al próximo lunes hasta que no tenga el resultado del recuento de votos que solicitó el jueves. El aplazamiento se conoce justo dos días antes de que se celebren unas elecciones legislativas muy disputadas, en las que tiene opciones de ganar la principal formación de extrema derecha, Alianza Para la Unión de los Rumanos (AUR). Otra opción alejada de los partidos tradicionales, aunque sin vínculo con Georgescu.