El Nuevo Frente Popular, la alianza de los partidos de izquierda, se mostró unido cuando presentó la moción de censura que tumbó este miércoles al Gobierno francés junto con los votos de la extrema derecha. Pero el consenso no es tan claro sobre los pasos a seguir. Mientras los socialistas abogan por acuerdos puntuales con el resto de partidos —salvo con la ultraderecha—, La Francia Insumisa (LFI), el partido de Jean-Luc Mélenchon, lo rechaza y defiende la dimisión del presidente Emmanuel Macron antes del fin de su mandato en 2027. Ambos, eso sí, piden que el nuevo primer ministro sea de izquierda.