Corea del Sur afronta conmocionada y con exigencia de explicaciones la peor tragedia aérea ocurrida en su territorio, en la que han fallecido 179 de las 181 personas que iban a bordo de un vuelo. El domingo, un avión de pasajeros de la aerolínea Jeju Air, procedente de Bangkok (Tailandia), estalló en llamas en el aeropuerto internacional de Muan, en la provincia surcoreana de Jeolla del Sur (suroeste). Se cree que, durante un aterrizaje de emergencia, fallaron los tres trenes de aterrizaje, lo que provocó que la aeronave se saliese de la pista y chocase con un terraplén de tierra y las estructuras de hormigón que delimitan el perímetro del aeropuerto. Ha sido el siniestro aéreo más letal de 2024 en todo el mundo. Este lunes, otro vuelo de la misma compañía de bajo coste tuvo que regresar al aeropuerto del que había despegado, el de Gimpo (oeste), tras detectar un problema con el tren de aterrizaje que, a pesar de ello, funcionó correctamente cuando el avión tomó tierra.