Cuando el pasado miércoles las tropas israelíes se presentaron en la aldea siria de Suesa, situada a los pies de los Altos del Golán, los vecinos enseguida organizaron una manifestación pacífica para exigirles que se retiraran. “Durante 30 minutos, estuvimos frente a los soldados gritando eslóganes como ‘¡Siria libre, fuera Israel!’. Ellos nos lanzaron amenazas: ‘Si no volvéis a casa, os haremos lo mismo que a los de Gaza’ … Entonces, de repente, sin haberles ni tan siquiera lanzado una piedra, abrieron fuego”, recuerda Aymen al Awad. Este campesino de 46 años es uno de los siete heridos de bala de aquella jornada, un ejemplo de las tensiones en la zona después de que Israel aprovechara la caída del régimen de Bachar el Asad para ampliar en varios centenares de kilómetros cuadrados su ocupación del Golán, territorio sirio tomado en parte por Israel en 1967.