Por Julio Ravelo Astacio
Evocar el pasado resulta siempre interesante, ya sea un hecho o momento trascendente, un recuerdo grato, enseñanzas y experiencias que atesoramos como algo nuestro. Eventos significativos que pudieran marcar nuestras vidas. Aprendizajes que, a pesar del pasar de los años forman parte del consolidado en que descansa nuestra existencia.
Sin lugar a dudas, es en la educación recibida en el hogar y la escuela donde se construyen los valores que nos acompañarán toda la vida. Al retrotraernos en unas décadas, para los estudiantes asistir a clases tenían que cumplir con normas que los maestros aplicaban a veces con sentido del cumplimiento del deber: uniforme limpio, uñas y el pelo recortado, zapatos higiénicos, las filas para izar la bandera antes de entrar a clases, la interpretación del himno nacional, a la bandera, según la fecha.
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En esta ocasión vamos a referirnos al himno escrito por Ramón Emilio Jiménez y música del maestro Manuel de Jesús González: “A la clase, que ya es hora, de empezar nuestra labor, que están haciendo la suya, las abejas en la flor. Y si trabajan las abejas, y acaba en miel su labor. Trabajemos en la escuela, y haremos algo mejor”.
Con estos versos sencillos, pero, altamente significativos en la estructuración de un aprendizaje que debe realizarse con entusiasmo y dedicación, los autores de este himno tuvieron la maravillosa idea de tomar como referente para la enseñanza a unos pequeños e increíbles insectos: las abejas. Veamos algunas características Nombre común: Abeja melífera. Índice: abeja reina, zánganos, obreras. A su agrupación colectiva: colonia, enjambre. Vida media: 5 años. Tamaño: 1-1.50 cm.
Estas no sólo hacen miel y cera, forjan algo esencial para la diversidad de las plantas en el mundo: La Polinización. Cabe destacar otras cualidades: confían en sus hormonas, es su lenguaje. Saben cuándo hacer pausas para preservarse y volver con más bríos. Fuerte sentido de pertenencia. Son flexibles, pudiendo cambiar de roles según necesidad, se adaptan a las circunstancias. Se defienden, no agreden, son súper resilientes, se protegen unidas, las de mayor edad enseñan a las más jóvenes.
Todos reconocemos lo limitada que está, en cuanto a calidad se refiere, la educación dominicana. Los niveles de formación de nuestros niños(as) y adolescentes deja mucho que desear. No se deben escatimar esfuerzos para que el Minerd, con el compromiso inherente a la formación de nuestros estudiantes, asuma el liderazgo que le corresponde.
La ADP, su directiva en pleno, debe entender su trascendente papel en el esfuerzo y necesidad de mejoría sustancial en la formación de nuestros estudiantes. Estamos conscientes de que, como gremio tienen que levantar sus demandas, pero, de ninguna manera ello puede significar dejar de lado la principal responsabilidad de un maestro: transmitir conocimientos y contribuir a la educación en valores de sus alumnos.
Las asociaciones de padres y amigos de la escuela, tienen un alto compromiso con la armonía en las escuelas y el apoyo para un mejor rendimiento escolar. Instituciones como Educa, deben continuar sus esfuerzos para que este tormento de todos logre estabilidad y un mayor rendimiento.
Educación requiere de la contribución decidida e incesante de todos los dominicanos. Es una inversión necesaria, ya el aporte económico está garantizado, necesitamos el compromiso humano de todas las partes. Mucho se ha dicho que “el conocimiento per sé es un valor”, apuremos el paso en ese sentido.
El país ha venido avanzando de manera sostenida en las últimas décadas en casi todos los renglones, superando escollos y limitaciones, nos corresponde a todos contribuir por una mejor educación para nuestros estudiantes.
El país necesita cada día más de jóvenes con buena formación para continuar avanzando. Cierto, falta mucho por hacer, pero, si todos ponemos nuestras capacidades y esfuerzos en la dirección apropiada, de seguro lograremos resultados positivos y beneficios para nuestro futuro.
Sugerencias:
- El señor ministro de Educación debe convocar al Consejo Nacional de Educación para analizar la situación y definir prioridades.
- La ADP debe asumir el compromiso que recae sobre su directiva, para llevar a los maestros un mensaje de compromiso con la mejoría de la educación.
“Y si trabajan las abejas, y acaba en miel su labor, trabajemos en la escuela, y haremos algo mejor”.
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