Estephany AntiguaLa especialista en gestión de riesgos, Carmen Veloz, alertó este viernes sobre los efectos perjudiciales del ruido en la salud, incluso cuando las personas se han acostumbrado a él.
Veloz destacó que el ruido excesivo, especialmente en los sectores populosos del país, supera los límites establecidos por la ley, afectando el sistema nervioso central y la calidad de vida de los ciudadanos.
Según la normativa dominicana, el ruido permitido en zonas residenciales debe mantenerse por debajo de los 60 decibeles en horario nocturno y 65 diurnos.
Sin embargo, las mediciones realizadas por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) indican que los niveles reales están muy por encima de estos límites.
Esta problemática se agudiza en sectores urbanos, donde los colmados y otros negocios contribuyen significativamente al ruido ambiental, alterando el sueño y la tranquilidad de los residentes.
Impactos acumulativos en la salud
La especialista explicó que el ruido no solo afecta el descanso, sino que tiene un impacto acumulativo en el sistema nervioso central.
«El cerebro trabaja en exceso para filtrar el ruido ambiental, dificultando la concentración y la comunicación. Esto afecta tanto a adultos como a niños, reduciendo la capacidad de aprendizaje en las aulas y cargando el sistema cognitivo antes de llegar a clases», señaló Veloz.
Los efectos del ruido no se limitan al ámbito educativo. Según Veloz, el ruido prolongado también influye en las relaciones personales y la salud mental, pudiendo ocasionar problemas como anorgasmia, disfunción eréctil y alteraciones en el estado de ánimo.
«El ruido te altera y te pone nerviosa, afectando incluso la vida en pareja», agregó.
Un problema cultural y legal
La experta indicó que este fenómeno tiene raíces culturales. «El dominicano tiene un chip de que debe ser bulloso. Es necesario un cambio cultural que fomente el respeto al derecho ajeno», comentó.
Asimismo, Veloz subrayó que las acciones correctivas deben enmarcarse en la legalidad. Para confiscar equipos de sonido que incumplen las normativas, se requiere una orden judicial.
Sin este respaldo legal, las incautaciones pueden considerarse ilegales, lo que debilita los esfuerzos por controlar el problema.
Ante este panorama, Carmen Veloz insistió en la necesidad de que el Ministerio de Medio Ambiente y otras instituciones tomen medidas urgentes para regular los niveles de ruido en el país.
«Las acciones debieron tomarse hace mucho tiempo, pero es fundamental que se hagan respetando el marco legal», afirmó.
Estas declaraciones fueron ofrecidas en el programa «El Día».
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