El nuevo primer ministro de Francia, el centrista François Bayrou, deberá comenzar a desvelar las cartas con las que piensa afrontar la primera y más importante fase de su mandato. La aprobación de unos nuevos presupuestos, justo el lugar donde descarriló su predecesor, Michel Barnier, marcará el esquema de alianzas en el que piensa apoyarse el jefe del Gobierno en los próximos meses. Si no quiere terminar como su predecesor, víctima de una moción de censura de la izquierda y la ultraderecha, deberá convencer al Partido Socialista (PS) para apoyarle. ¿A qué precio? Este martes, en su primer discurso de política general, deberá dejar claro su plan y sus prioridades para evitar que su Ejecutivo descarrile en la primera curva del mandato. Hasta el lunes por la noche, mantuvo reuniones con los socialistas para tratar de convencerles.