Los pasos de la Administración de Donald Trump contra la inmigración empiezan a ser una carrera. El Pentágono va a desplegar hasta 1.500 soldados estadounidenses más en la frontera con México, dos días después de que el presidente firmara una orden ejecutiva para sellar la línea divisoria y “proteger” a los Estados de una supuesta “invasión”, según ha avanzado este miércoles un alto cargo que ha hablado bajo la condición del anonimato. Y para garantizar que sus medidas se aplican como él quiere, el Departamento de Justicia ya ha dejado saber por otro lado que investigará, y podría llevar a los tribunales, a los funcionarios que piense que arrastran los pies en la aplicación de las nuevas medidas.