Terminaron los actos de toma de posesión del nuevo presidente, decenas de miles de trumpistas regresaron a sus Estados de origen, los rickshaws turísticos llegados de Nueva York para hacer su agosto en el gélido enero se volvieron a Central Park, y empezaron las primeras disensiones en el seno de la nueva Administración. La pareja más temida por los funcionarios federales de Washington ―formada por el hombre más rico del mundo, Elon Musk, y Vivek Ramaswamy, joven milmillonario que hizo su fortuna en el negocio de la biotecnología— ha roto antes de ponerse a la tarea que les había encomendado el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump: dirigir al alimón un recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE son sus siglas en inglés).