Bruselas repite una y otra vez que la guerra comercial que está abriendo Estados Unidos es “injusta” y “dañina”. Y se ha propuesto convencer a la clase política de Washington de ello, al menos a los que están más cerca de Donald Trump, o sea a los republicanos. La respuesta a la subida de aranceles general ya decretada por la Casa Blanca al acero y al aluminio es amplia, pero ha incluido productos que tienen su origen en estados como Alabama, Georgia, Virginia o Luisiana, zonas que claramente votaron por los republicanos en las últimas elecciones. El objetivo, apuntan fuentes de la Comisión Europea, es que los representantes de estos distritos, tanto senadores como congresistas, tomen conciencia de que estas medidas perjudican a sus propios electores y que acaben por ablandar a la nueva administración estadounidense.
Soja, nueces o Harley-Davidson: la lista de aranceles de la UE diseñada para convencer a EE UU de que abandone la guerra comercial
