La Unión Europea afila sus armas comerciales para responder al “Día de la Liberación”, el 2 de abril. La jornada en la que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha prometido imponer lo que denomina “aranceles recíprocos” —que de eso tienen poco y pueden afectar a todos los bienes que llegan a EE UU— contra un rosario de países. Si cumple, la nueva medida aumentará la guerra comercial hasta consecuencias inimaginables. La Comisión Europea, que tiene las competencias comerciales del bloque de 27 países y 450 millones de ciudadanos, prepara su respuesta a la escalada contra quien ha sido uno de sus aliados más cercanos. “No hay líneas rojas en el catálogo europeo de represalias”, advierte una alta fuente comunitaria.
Bruselas responderá sin “líneas rojas” a los aranceles de Trump a los productos europeos
