¿Quién imaginaría a Rubby Pérez fuera de la música? ¿Con un bate en la mano en vez de un micrófono? Aunque hoy parezca impensable, su primer gran sueño fue convertirse en pelotero profesional, y estuvo muy cerca de lograrlo.
Según contó en una entrevista con Silvio Mora, era tan talentoso jugando béisbol que ya lo estaban esperando para firmarlo.
“Yo era una sageta jugando béisbol”, dijo, con evidente orgullo. Lanzaba, bateaba, corría… lo hacía todo bien. Pero la vida tenía otros planes.
A los 14 años, Rubby sufrió un accidente automovilístico que le cambió la vida. Mientras regresaba a pie de Piedra Blanca hacia Haina, como solía hacerlo, una guagua lo atropelló. Minutos antes, su padre le había dado 100 pesos para que tomara un transporte, pero él prefirió ahorrarlos y caminar.

Recordó que iba detrás de un grupo de muchachos cuando de repente solo vio las ruedas de un vehículo acercándose a su rostro. Luego, lo siguiente que recuerda es el techo de una ambulancia, el sonido de las sirenas y la voz de su abuela acariciándole la cara mientras le decía: “Mi negro, mi negrito”.
Las heridas fueron graves: fracturas en el fémur, tibia, peroné, clavícula y un fuerte golpe en la cabeza. Pasó dos años aprendiendo a caminar y hablar de nuevo. En sus palabras, fue en el Hospital Darío Contreras donde “Dios me dio la vida otra vez”.
La guagua que lo atropelló, según narró, iba huyendo de la policía y el conductor, que al parecer no tenía documentos, hizo un rebase indebido en una curva.
También puede leer: Rubby Pérez: la leyenda que volvió a sonar con más fuerza tras su partida
Rubby Pérez, un corazón sin tiempo para el rencor
A pesar del impacto que el accidente tuvo en su vida, Rubby jamás guardó rencor. En lugar de eso, lo vio como parte del propósito divino. “Dios te usó para algo”, reflexionó, dirigiéndose al conductor. “Fue para que mi voz pudiera decir cosas más importantes que un bate… Tú fuiste un instrumento que Dios usó para él hacer su propósito”.
Con el béisbol fuera del camino, Rubby encontró en la música una nueva misión. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música, perfeccionó el piano y la guitarra, y formó parte de agrupaciones como el Coro de la Sociedad de Orientación Juvenil y Los Hijos del Rey.
El estrellato de Rubby Pérez

Su gran salto llegó en los años 80 cuando se unió a la orquesta de Wilfrido Vargas, con la que interpretó éxitos como El Africano, Volveré y Las Avispas. En 1987 inició su carrera como solista, y desde entonces construyó un legado con temas como Buscando tus besos, Dame veneno y Enamorado de ella.
Su álbum Rubby Pérez alcanzó el puesto #15 en la lista Tropical de Billboard, y Enamorado de ella llegó al #29 en los Latin Charts. Fue galardonado con Premios Casandra, discos de oro y platino en Venezuela, y Premios Globo por “Mejor canción” y “Álbum del año”.
La madrugada del martes 8 de abril, su vida se apagó físicamente tras el colapso del techo del Jet Set, tragedia en la que murieron más de 200 personas. Sin embargo, su voz —esa que nació del dolor, superó el silencio y conquistó el mundo— sigue más viva que nunca.
Leyenda musical
Hoy, su música encabeza el top 50 en Spotify República Dominicana. Para muchos, esa voz que casi se pierde a los 14 años, hoy canta más fuerte que nunca desde la eternidad.
Síguenos en nuestras redes sociales como periodicohoyrd
The post La historia de Rubby Pérez, el niño que venció la tragedia y conquistó el merengue appeared first on Hoy Digital.