“La paz es posible”. Con una satisfacción que no se esforzaba en ocultar, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha confirmado el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá que, bajo la mediación de Washington, entrará en vigor a las 4 de la madrugada de este miércoles, hora libanesa, y que la idea es que la tregua se convierta en permanente. “Estamos decididos a que este conflicto no sea simplemente otro ciclo de violencia y por tanto Estados Unidos, con el total apoyo de Francia y otros aliados, ha prometido colaborar con Israel y Líbano para garantizar que el acuerdo queda aplicado por completo”, ha señalado el presidente estadounidense, en la primera gran buena noticia que puede proclamar en casi catorce meses de conflicto.