Por Dra. Carmen Elisa Bueno-Nutrióloga Clínica-Obesóloga-Dietista/ @drabueno
En los últimos meses del año, muchas personas buscan cumplir rápidamente sus metas de pérdida de peso trazadas al inicio. Ante la urgencia de ver resultados antes de las celebraciones, surgen los populares “retos de 21 días”. Estos programas, ampliamente promocionados en redes sociales, prometen cambios drásticos mediante planes restrictivos o incluso con el uso irresponsable de medicamentos. Sin embargo, ¿realmente funcionan? Aquí te explicamos por qué tienden a fallar:
- Estigmatización de la obesidad y falta de sostenibilidad:
Este tipo de retos perpetúan la idea de que el peso corporal es una cuestión de fuerza de voluntad y castigo, en lugar de educación y comprensión. Por lo general, promueven restricciones extremas durante el período de tiempo indicado, pero no enseñan hábitos sostenibles. Esto genera frustración y un retorno a los antiguos patrones alimenticios, atrapando a las personas en un círculo vicioso. - Ausencia de personalización y evaluación médica:
La mayoría de estos programas no consideran las necesidades individuales ni las condiciones médicas de los participantes. Sin una evaluación previa, las personas pueden desconocer problemas de salud subyacentes, lo que podría llevar a complicaciones. Entregar un mismo plan a todos demuestra la falta de profesionalismo detrás de estas iniciativas. - El mito de los “21 días” para formar hábitos:
Existe una creencia popular de que un hábito puede formarse en 21 días, pero esto carece de evidencia científica. La duración necesaria para crear un nuevo hábito depende de factores como la motivación, la complejidad del cambio y las circunstancias personales. Cambiar un comportamiento sedentario por la práctica diaria de ejercicio, por ejemplo, requiere estrategias específicas y adaptadas a cada individuo, no un cronograma rígido y arbitrario.
Modificar hábitos alimenticios y de estilo de vida implica estrategias sostenibles, educación nutricional y un enfoque individualizado. No es necesario esperar una fecha especial ni limitarse a un período de tiempo específico. El cambio real ocurre a tu ritmo y con objetivos claros.
En conclusión, los retos de 21 días no solo suelen ser ineficaces, sino que también pueden restarle salud y dinero a su bolsillo. Es mejor optar por un enfoque a largo plazo y buscar siempre la guía de profesionales calificados. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: articulos@gmail.com / @sodonuclim.
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