El primer ministro de Francia, Michel Barnier, se someterá este miércoles a las cuatro de la tarde a un debate que culminará con dos mociones de censura contra su Gobierno: una de la izquierda y otra de la ultraderecha. El jefe del Ejecutivo, que el martes buscó in extremis algún tipo de pacto y se presentó en los telediarios de máxima audiencia para intentar salvar el cuello, caerá si el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen cumple su promesa de votar la moción que presentará el Nuevo Frente Popular (NFP), la alianza de partidos de izquierda. Una situación que sumirá a Francia en una total incertidumbre, un viaje a “lo desconocido”, en palabras de Barnier.