El primer ministro de Francia, Michel Barnier, ha acudido esta mañana al Elíseo para presentar su dimisión al presidente de la República, Emmanuel Macron. Termina así un mandato de apenas tres meses —el más fugaz de la V República— marcado por la moción de censura doble de la ultraderecha y de la izquierda contra su Gobierno. A partir de ahora, el jefe del Estado volverá al centro del tablero político y deberá encontrar una solución rápida para evitar que Francia se adentre en la inestabilidad política y económica.