Mientras Abu Mohamed Al Julani y su grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) se afianzan en el poder en Siria, conquistado por las armas hace apenas 10 días, y reciben un creciente reconocimiento internacional, la oposición en el exilio al depuesto régimen de Bachar el Asad reclama su inclusión en el proceso de transición. El líder de la Coalición Nacional Siria (CNS), la principal alianza de fuerzas “opositoras y revolucionarias”, nacida al calor de las revueltas antigubernamentales de marzo de 2011, Hadi al Bahra, ha pedido este miércoles al Gobierno interino que se abra de manera “incluyente” y “sin sectarismo”, y que conforme una Asamblea Constituyente para redactar una nueva ley fundamental para Siria. Al Julani ha declarado sus buenos propósitos prodemocráticos a través de las redes sociales y ante cadenas de televisión internacionales, pero no ha entablado negociaciones aún con muchas de las antiguas fuerzas insurgentes.