La vida de Marine Le Pen (Neuilly-sur-Seine, 56 años) se aceleró en junio con la inesperada disolución de la Asamblea decretada por Emmanuel Macron. Seis meses después, tras unas elecciones, el nombramiento y la caída de un primer ministro —Michel Barnier— y la llegada de un nuevo jefe del Ejecutivo —François Bayrou—, la líder de Reagrupamiento Nacional sigue teniendo al Gobierno de Francia en sus manos. Por mucho que se empeñe el presidente de la República, sin el apoyo del Nuevo Frente Popular, sin un candidato designado por el flanco progresista, que suma mayoría en el Parlamento, su suerte seguirá ligada a la voluntad de la ultraderechista. Pero la guerra fría entre ambos, se decide también fuera de la política.