Un amigo de infancia y que hoy es un empresario exitoso, Javier, me prestó un libro que muestra cómo elaborar el pan artesanal que se hace en los pueblos de España. Después que Javier me prestó su libro, decidí hacer un pan campesino, el pan me quedó estéticamente perfecto pero alto en sal; Javier tomó el pan en sus manos, mi miró a los ojos, luego bajó su mirada y se enfocó en aquel pan que yo había hecho, lo olió, lo volvió a tocar, lo partió, observó la miga (lo interior del pan, para ver la parte blanda y esponjosa). Ya yo estaba nervioso, pensé que mi pan era un fracaso, y para ser honesto mi ego de hombre brotó, realmente yo quería impresionar a Javier con mi ingenua técnica culinaria. Aquel amigo exigente y detallista volvió a mirarme y me expresó lo siguiente: “Samy con el pan no se inventa, todo está escrito”. Javier no es panadero, hace pan como uno de sus ejercicios de relajamiento y porque es amante del pan artesanal. Javier entendió primero que yo que el pan es delicado, y cualquier alteración que se le haga a una receta centenaria afectará la calidad del pan. Por esa razón él me expresó: “Samy, con el pan no se inventa, todo está escrito”.
Hoy deseo extrapolar esa frase a nuestro Estado dominicano, porque ya todo está escrito, ya todo está funcionando muy bien en otros países, ya tenemos modelos que podemos adoptar para poder ser parte de un país más vivible. Los gobiernos que han precedido y aún el presente no han querido entender que ya todo está escrito y que con el Estado no se juega y no debemos improvisar. No existe para nuestro país ninguna excusa genética, topográfica, económica, acuífera y productiva que nos impida tener un país que funcione con más equidad y más oportunidades. Muchos inventan excusas para justificar la realidad social de los dominicanos. No existe ninguna excusa para justificar la ausencia de agua en algunos de los parajes, secciones o municipios del país. No hay excusas para no poder recoger la basura y convertirla en mercancías para generar ingresos. Es que todo está creado y podemos adoptar y copiar todo aquello que ya está funcionando en otros países. Es como aquel libro que Javier me prestó, explica todos los procesos para hacer un excelente pan. Ya todo está creado y experimentado. Por eso Javier me expresó: “Samy con el pan no se inventa, todo está escrito”.
Si los políticos, los partidos, los sectores de poderes, los de derecha y los de la izquierda desean realmente producir cambios visibles y tangibles en nuestro país, deben saber que no es un asunto de información y de manejar datos, lo único que necesitamos hacer es seguir y repetir todo aquello que funciona en otros países. Para hacer esto se necesitan personas con visión, con integridad, con dignidad y dispuestas a pagar el precio que conlleva ser un reformador y un transformador de paradigmas. Ya sabemos cuáles son los países que pueden asfaltar una autopista con una sola maquinaria, ya sabemos dónde encontrar las máquinas que reciclan la basura, ya sabemos los países que transformaron el sistema educativo. Sabemos exactamente donde están esos países que poseen un acueducto efectivo sin poseer fuentes acuíferas como las nuestras. Podemos contactar las naciones que mermaron la corrupción gubernamental; ahí están, sabemos como contactar a esos países; sin embargo, nos hace falta líderes que estén dispuestos a poner sus caras aunque se la rompan, líderes que estén dispuestos a perder su pellejo.
De la misma manera que todo está escrito en aquel libro para producir un pan de calidad, de esa misma manera hay países que nos pueden orientar y asesorar para lograr un antes y un después en el desarrollo integral de la República Dominicana. Podemos arreglar el sistema carcelario, podemos tener agua en todos los rincones del país, podemos arreglar el sistema policial, podemos subir el nivel de vida de cada dominicano, podemos parar la inseguridad ciudadana. Podemos hasta explotar nuestros suelos y que sean administrados por nosotros mismos; pero necesitamos líderes auténticos y un pueblo que por fin entienda que lo que sucede en la República Dominicana no es normal, que entendamos que somos llamados a crecer, a evolucionar y no a sufrir una involución social.
Puedes leer: Consumiendo otra cultura
The post Con el pan no se inventa, todo está escrito appeared first on Hoy Digital.